Aquel que venga a mi ciudad debe llevarse el olor típico de mi tierra y como no, también su sabor; todos aquellos que pasaron por aquí hace miles de años y décadas, y decidieron quedarse lo hicieron por el olor a mar, por nuestra vegetación, por la hermosura de ver cómo las aves eligían y eligen año tras año parar y descansar en nuestros humedales o en nuestras salinas, entre otras muchas cosas más.
Pues bien, tenemos y tenéis la suerte de contar con una salina que aún sigue funcionando como lo hacían nuestros antepasados hace años, y han tenido el gusto de crear un restaurante en medio de tanta hermosura. En el mismo, tenéis un mirador donde podréis observar las aves que se quedan aquí en Chiclana a descansar o a alimentarse así como también un pequeño museo del salinero, digno de ver donde podréis conocer las herramientas que se utilizaban y se utilizan todavía hoy día para la extracción de la Sal.
El horario de apertura es de ocho de la tarde/noche hasta las doce de la noche de lunes a sábado, y todos los días estarán abierto de nueve de la mañana a cuatro de la tarde. Han conseguido el premio al mejor plato con su Lomo de Dorada de estero natural con salsa de camarones. No os podéis marchar de aquí sin probarlo.
Para que no tengáis pérdida os indico cómo llegar: tenéis que buscar el puente del VII Centenario (séptimo centenario) girar en la rotonda a la izquierda donde está una estatua de una señora Gorda, que es la diosa de la fertilidad, a esta estatua la dejaréis a vuestra derecha y os adentraréis por un camino paralelo al río Iro que os llevará a la Salina Santa María de Jesús donde está el restaurante. Espero haberos indicado lo suficientemente bien.
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